Nos encantan las galletas, frescas, crujientes, sin duda son los perfectos acompañantes de una taza aromática de café, de leche caliente o del rico té de montaña. Desde pequeña recuerdo que nunca faltaban unas galletas ricas en la casa. Las kulurakia (gr:κουλουράκια) así como se llaman en griego, se pueden disfrutar en un montón de versiones: con aceite de oliva o mantequilla, con leche o zumo, con frutos secos, veganas, vegetarianas, ligeras etc etc.
Hace tiempo pensaba en hacer estas galletas aromáticas de mantequilla o como lo llamaría en griego, de aroma de Tsuréki, del típico pan dulce que se hace en Grecia el Pascua. Este pan me chifla y lo considero súper peligroso para mí ya que lo puedo comer en un solo día. Por eso prefiero la versión galleta que es más rápida en su preparación y por lo menos aguantan mucho más tiempo.
Lo que hace irresistible estas galletas es el aroma de la mastija del Quíos y el mahlep. La Mastija de Quíos es una resina natural segregada, en forma de lágrimas, por la variedad del arbusto lentisco (Pistachia lentiscus var. Chia) que es autóctona del sur de la isla de Quíos, situada en el Mar Egeo septentrional. Por otro lado, el mahlep o majlepi, es una especia exótica de las cerezas salvajes típicas del Mediterráneo oriental que en su forma molida da su aroma único en panes, postres, tortas hasta platos de carne.
Comensales: +
Tiempo de preparación: 30 minutos
Tiempo de horno: 20 minutos
Dificultad:
Ingredientes
Para los membrillos:
- 500-550 g de harina de trigo
- 250 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 cucharadita de levadura química
- ½ cucharadita de bicarbonato
- ¾ taza de azúcar
- 2 huevos + 1 para cubrir
- ¼ taza de zumo de naranja
- Ralladura de una naranja
- 2 cucharadas de coñac, rakí o mastija
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de mastija de Quíos machacada
- 1 cucharadita de mahleb en polvo
Preparación
- Dejamos todos los ingredientes a temperatura ambiente por lo menos una hora antes realizar la receta.
- Batimos fuerte con un robot de cocina la mantequilla para que entre aire y que se haga más esponjosa y mezclamos el azúcar. Sin dejar de batir, echamos uno uno los huevos. A continuación, bajamos la velocidad y añadimos el bicarbonato diluido en el zumo de naranja, el coñac, la vainilla, la ralladura, la mastija y el mahleb.
- En otro cuento mezclamos la harina tapizada con la levadura química y vamos agregandola en la mezcla mientras removemos con un gancho o con la mano hasta que se haga una masa homogénea, elástica sin pegar en las manos.
- Hacemos una bola grande con la masa y cubrimos el cuenco con film transparente para conservar en la nevera durante 15 minutos.
- Mientras tanto, precalentamos el horno a 180 °C y cubrimos una bandeja de horno con papel antiadherente.
- Cogemos una parte de la masa, de tamaño de una nuez, y con las manos hacemos un cordón para dar la forma que preferimos: caracoles, s, trenzas etc. Colocamos las galletas en la bandeja forrada y al final cubrimos con el huevo.
- Horneamos durante 20-25 minutos en el nivel medio del horno hasta que se pongan un poco más oscuritos. No los dejamos más para que se queden crujientes y suaves pero no duros.
– Para que se hagan más crujientes por fuera podemos espolvorearlos con azúcar antes meterlos en el horno. También, me gusta añadir unos trozos de almendra fileteada que me recuerda aún más el pan Tsuréki.
– La mastija de Quíos la podéis conseguir en tiendas con productos griegos como es el Bakaliko.es.
– Por último, quería compartir con vosotros una receta de pan de Tsureki por Cocinando con Catman porque me encanta lo bien que explica todo y el cariño que se añade en su cada receta!
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